Con un poquito de pena vengo diciendo "Hola", estuve ausente ya una temporada bastante considerable, pero ¿Que se le va a hacer? La necesidad de trabajar, aunque eso no me justifica pues si algo me interesa realmente es mi Blog (pese a que no lo parece). También quiero disculparme con todo aquellos asiduos visitantes que me han pedido mas publicaciones y me han dejado sus comentarios de buena voluntad y quiero muy especialmente para todos aquellos con sus comentarios ofensivos: Gracias, gracias por comprobar mi teoría de temerle a los idiotas (si, les tengo miedo a los idiotas porque son muchos). En fin hoy les hablaré un poco de mi nueva y pequeña aventurilla ecologíca.
Un árbol, unos monos.
Desde que trabajo en la empresa de la gran G y desde que conozco a mis buenos amigos y compañeros, me gusta despúes de comer ir bajo un buen árbol que está por fuera del lugar, pero que su sombra alcanza a taparnos del furioso sol juarense. Este árbol (el cual ignoramos aun que clase de planta es) sobrevivió una fuerte helada que se dio en Juárez, pero al parecer no lo hará ante la TODO PODEROSA sequía y un calor que hace que el infierno parezca un centro turistico que ahora nos azota con ganas (pero no de huy que calor, sino de ¡A CARAJO QUE CALOR HACE!). Total que él pedazo de madre naturaleza se empezó a secar, a perder hojas y obviamente a dejarnos a la merced de un sol que, si bien es cierto, creo que no somos de su agrado (quiero pensar que si alguien te agrada no lo prendes en llamas hasta la muerte). Entonces entre nuestro descomunal derroche de genialidad, inteligencia y la mas pura y fina estupidez que nos abunda, a alguno de nosotros se le ocurrió ¿Porque no lo regamos? Un poco de agua sería benefica.
Es la mejor manera para representar el derroche de genialidad.Al día siguiente fuimos con una botella de un litro (parecía mejor idea cuando lo pensamos), pero se nos presentó un gran reto ¿Como diablos, como desgraciados diablos íbamos a regar el árbol, si este estaba del otro lado de la maya ciclonica y por arriba un alambre de púas? Así que como monos salvajes decidimos actuar por instinto... Error monumental, el agua termino por todas partes, excepto donde debía. Así finalizó el día uno.
Para el segundo día, el que es posiblemente el mono mas listo de todos nosotros trajo una manguera que lograba pasar la maya hasta el lugar adecuado para que el agua llegara al lugar perfecto (ese fue el primer acierto que tuvimos) y está vez traíamos 7 litros (de 1 a 7 es una gran mejora, no pueden negarlo, segundo acierto).
En los días consecutivos llevamos mas litros de agua y por lo tanto mejor nos sentíamos, pero nos topamos con un nuevo conflicto: La boca de la manguera era muy pequeña y las de las botellas algo grande, así que desperdiciábamos bastante agua al intentar hacerla llegar hacía la plantota. Por lo cual sugerimos traer un embudo y así el desperdicio sería nulo (acierto tres).
Lo malo de nuestro glorioso plan es que el primate que se ofreció a llevarlo se hizo loco y nomas no vimos embudo por ningún lado (incluso hubo una apuesta sobre el embudo y su trasero, pero esa es otra historia... que jamás sabrán). Pero un pequeño rayo de luz llego para el chango este y profesó: Hagamos un embudo con una botella (acierto cuatro). Para este momento el verdoso ya recibía como 15 litros de agua diarios.
Paulatinamente esto se convirtió en una buena rutina que, si bien es cierto, nos unía como manada de monos con intereses similares: Ayudar al árbol y así siguiera dándonos tan buena sombra. Con el paso del tiempo nos dimos cuenta de pequeños y nuevos brotes resultaron, eso nos motivó aun mas a continuar la labor. Lo malo es que aun no teníamos idea del monstruo que se estaba creando.
Una horrible y putrefacta criatura estaba en gestación formada por las burlas, sarcasmos y gestos de algunas personas. No pude evitar preguntarme él porque de todo esto. No estábamos haciendo nada malo, ni violando alguna ley, tampoco desafiabamos las reglas entre los otros monos. Logré deducir dos cosas: Todo esto es a raíz de no ser aburridos simios oficinistas en un ciclo repetitivo, pues hacíamos algo diferente que, si no les afectaba, al menos sacaba de balance su aburrida vida. La otra cosa es que precisamente no estábamos haciendo nada malo, pues de hacerlo, alguien mas nos habría apoyado (Son simios aburridos, pero malos).
Si bien colocar la manguera desde el otro lado de la maya fue un verdadero reto digno de cualquier concurso para ganarse un millón de pesos, la gota que derramo el vaso y mi paciencia fueron específicamente en dos días seguidos. En el primero de estos encontramos la manguera fuera de su sitio y habríamos de tardarnos una eternidad en colocarla de nuevo (y lo logré, creo que si debería haber un concurso sobre hacer eso), pero no conforme con eso, a la mañana siguiente la manguera había desaparecido y para nuestra sorpresa dentro del carro de un compañero de nosotros.
En fin, después de todo recuperamos la manguera y seguimos con esta sociedad árbol-mono. Cabe destacar que ahora proporcionamos hasta 35 litros de agua diarios y ya estamos próximos a llegar a los 400 litros total. Finalmente el último proyecto que traemos entre manos es el de plantar semillas de flores en pequeños recipientes con tierra y proporcionarle uno a cada primate oficinista como nosotros. Su deber será cuidarlo, regarlo y llegado el día trasplantarlo. Quizá esto no haga mayor cambio en ellos, pero quizá me equivoque y a lo mejor también mirarán con mejores ojos nuestra labor.
Ahora si, como promesa solemne regresaré a escribir mas seguido para platicarles las rarezas que me encuentro en Internet o un par de buena experiencias que haya tenido, podría ser también cualquier mensada que a veces resulta de mi retorcida mente. Les deseo un buen día, una buena lectura y lo que sea.